viernes, 6 de noviembre de 2009

Recordando a Noel Kempff Mercado

XXIII aniversario del MUSEO DE HISTORIA NATURAL NOEL KEMPFF MERCADO

Ing. Agr. Francisco N. Kempff Saucedo
Ex Vicerrector de la UAGRM. Docente de la Facultad de Ciencias Agrícolas.

Profesor Noel Kempff Mercado



Permítanme agradecer a la Señora Directora del Museo de Historia Natural, Ing. Patricia Herrera, por darme la oportunidad de decir unas cuantas palabras de mi señor Padre, cuando el Museo de Historia Natural que lleva su nombre cumple 23 años de creación, deseando éxitos al Museo en el arduo trabajo que desarrolla.

La obra de Noel Kempff Mercado, el malogrado naturalista cruceño nacido en Santa Cruz de la Sierra el 27 de febrero de 1924, acribillado trágicamente en la meseta de Caparuch el 5 de septiembre de 1986. Se empezó a conocer a partir de la creación del primer Jardín Botánico regional, ubicado en las riberas del Piraí, época en que puso en marcha un singular proyecto conservacionista en Santa Cruz, adelantándose con sus ideales varias décadas en la defensa del medio ambiente y nuestra biodiversidad, principios que después empiezan a echar raíces en la conciencia ciudadana.

Su figura ha seguido creciendo desde entonces, cuando los que fueron sus proyectos más queridos se han convertido en un Parque Nacional, declarado Patrimonio de la Humanidad; el Jardín Zoológico de Fauna Sudamericana, el cual sigue renovándose como justo reconocimiento de la Honorable Alcaldía Municipal de la ciudad a su obra; y en un Museo de Historia Natural, el cual lo iniciara con el apoyo de estudiantes de la Facultad de Ciencias Agrícolas, en un aula del Campus Universitario de la Universidad Autónoma Gabriel René Moreno, estando el Museo a la Universidad ubicado en un alto sitial científico por los logros alcanzados; por lo que ahora puedo afirmar que éstas instituciones que llevan con orgullo su nombre, mantienen el sello imborrable de los más altos ideales de Noel.

Pasado el estupor que hacen más de dos décadas causó la noticia de su increíble asesinato, atenuado el dolor vivo y auténtico que provocó su muerte, y acallada la indignación que embargó a la comunidad cruceña por la persistente impunidad del crimen, su ejemplo se agiganta y se multiplica entre quienes tratan de seguir su actitud ante la vida y su genuino amor por la Naturaleza.

Noel Kempff Mercado fue el primer ecologista practicante de Bolivia, realmente convencido del valor intrínseco que tiene para el hombre la vida natural en todas sus expresiones, en una época en la cual los recursos naturales renovables eran considerados meros botines, instrumentos para el enriquecimiento fácil.

Él coleccionó orquídeas de nuestros bosques; manejó enjambres de abejas que producían miel pura; contribuyó con sus observaciones al conocimiento del manejo de las abejas africanizadas; coleccionó abejas nativas de nuestros bosques y contribuyó a su identificación; proyectó y fundó el primer jardín botánico municipal; embelleció nuestras plazas y avenidas incorporando la flora nativa; estudió y clasificó los ofidios de Bolivia; se internó en las selvas siguiendo el curso de los ríos por los parajes más recónditos de nuestra geografía; mantuvo el zoológico de fauna amazónica y chaqueña más completo de Sudamérica; grabó pacientemente el canto de las aves, y también denunció internacionalmente la depredación de nuestra fauna: cuando el contrabando de aves valiosas y la cacería de saurios y mamíferos en peligro de extinción.

Noel Kempff Mercado llegó a ser toda una autoridad autodidacta en Historia Natural, consultado frecuentemente por expertos extranjeros interesados en la biodiversidad de Bolivia, quizás el único interlocutor capacitado entonces para conducir investigaciones y expediciones científicas, como aquella que él mismo había promovido a la meseta de Caparuch poco antes de su muerte.

Desde la creación del Departamento de Parques y Jardines de la H. Alcaldía Municipal de Santa Cruz de la Sierra, desde donde dirigió la arborización de las calles, avenidas y plazas de la ciudad y de otras poblaciones de Bolivia, e incluso del exterior, Noel Kempff dio muestras de una vocación conservacionista extraordinaria, colocándose a la vanguardia de un gran movimiento que años más tarde generaría una inédita conciencia ambiental y un marco jurídico de avanzada entre los bolivianos.

El primer zoológico especializado en fauna sudamericana del continente, el control estricto a la exportación de animales, siendo miembro CITE, la identificación de las primeras áreas protegidas del departamento, en el Amboró y la Serranía de Caparuch, donde perdió la vida, fueron los hitos de una carrera contra el tiempo en su extraordinaria y fructífera pasión por la conservación de la Naturaleza.

“Mi verdadera universidad fue Buen Retiro”, solía decir Papá, refriéndose a los años que pasamos en la propiedad familiar, dedicado él a las labores agrícolas, mientras en sus tiempos libres leía todo lo que sobre geoponía caía en sus manos, cuando conseguir libros constituía un sacrificio; ahora recordando las noches en el campo, puedo decir que sus desvelos leyendo al calor de la lámpara de gasolina dieron sus frutos. Si bien Noel Kempff estudió una carrera universitaria, él nunca la ejerció, porque tenía su vocación en la naturaleza.

Los sueños de Noel están dinámicos, entre otros, ayer terminó el “Taller para la elaboración del Plan de Desarrollo Departamental del sector miel de abeja nativa”, donde les recordé su trabajo “Contribución al conocimiento de las abejas indígenas” publicado en 1968, el cual, a pesar del tiempo contiene interesantes aportes.

Lo importante es que ahora ese su sueño también ha despertado, siendo muchos los apicultores que están expectantes a este plan con contenido social, estando seguro que desde el cielo él nos sonríe a todos, pues después de su muerte física han surgido muchos Noel que se han escapado de la casa.

¡Felicidades servidores universitarios del Museo por estos 23 años! Ustedes están haciendo historia, están siguiendo una buena huella, la cual al final de la vida les dará el sabor dulce del deber cumplido.

Gracias Señor Rector, gracias señor Vicerrector, gracias señor Decano de la Facultad de Ciencias Agrícolas, por el apoyo que le brindan al Museo que lleva el nombre de mi señor padre.

Dios los bendiga

No hay comentarios:

Publicar un comentario